Prehistoria en la Península Ibérica.
Prehistoria en la península ibérica se refiere al periodo de tiempo transcurrido desde la llegada de los primeros miembros del género Homo a la península ibérica (hace más de un millón de años), hasta la aparición de textos escritos como consecuencia de la presencia de colonizadores fenicios, griegos y romanos (a partir del 1100 a. C. los primeros) en las costas del Levante y sur peninsular. En la península encontramos los restos más antiguos de homininos en Europa, el Homo sp. y el Homo antecessor, la colección de fósiles más amplia de Homo heidelbergensis, unos pocos de Homo neanderthalensis y, por supuesto, de Homo sapiens. Este último nos ha legado algunas de las mejores representaciones de arte parietal del mundo.
Los abundantes monumentos megalíticos repartidos por la geografía peninsular, así como las culturas calcolíticas de Los Millares y Vila Nova y la del bronce de El Argar, son claros exponentes de la evolución cultural ibérica durante el Neolítico y la Edad de los metales. Proceso que culminó con la entrada en la Protohistoria (según su definición clásica) de los tartesios y los íberos gracias a los testimonios que nos han dejado los pueblos colonizadores y que han servido para reconstruir parte de la historia de los pueblos ágrafos peninsulares.
Desde que Darwin publicó El origen de las especies en 1859 se han formulado diversas hipótesis acerca de la evolución humana u hominización, aunque hoy se sabe que ésta no ha seguido un desarrollo lineal, sino que hubo variaciones continentales. La presencia humana en la península ibérica se remonta a, por lo menos, 1,2 millones de años antes del presente (AP), como así lo atestigua el último descubrimiento ocurrido en la sierra de Atapuerca, Burgos, en el yacimiento de la Sima del elefante: la mandíbula de un Homo sin clasificar todavía (Homo sp.),pero que podría relacionarse con los restos fósiles de la Gran Dolina (en la misma sierra) identificados como una nueva especie de homininos denominada Homo antecessor, cuyas industrias líticas asociadas pueden tener una antigüedad de más de un millón de años AP. Estos hallazgos constituyen las evidencias más remotas encontradas hasta ahora en Europa de un antepasado de los seres humanos.
También en Atapuerca hay restos del Homo heidelbergensis con una antigüedad de unos 300 000 años AP. Mucho más reciente sería la presencia del Homo neanderthalensis, descendiente del anterior: los primeros fósiles encontrados, hallados en Gibraltar, han sido datados en unos 60 000 años atrás. Por último, el Homo sapiens apareció hace cerca de 40 000 años en la península.
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