miércoles, 25 de noviembre de 2015

ALFONSO XII. ( EL PACIFICADOR )


Hoy día 25/Noviembre de/ 2015, hace 130 años que moría en el Palacio del Pardo (Madrid), Alfonso XII (El Pacificador).

Alfonso XII de España, llamado «el Pacificador» (Madrid, 28 de noviembre de 1857-El Pardo, 25 de noviembre de 1885), fue rey de Españaentre 1874 y 1885; era hijo de la reina Isabel II y, oficialmente, de su marido, Francisco de Asís de Borbón.Su reinado dio inicio al periodo conocido como Restauración borbónica y concluyó con su muerte prematura a los 27 años, víctima de la tuberculosis. Fue sucedido en el trono por su hijo póstumo, Alfonso XIII, cuya minoría de edad estuvo encabezada por la regencia de su madre, la reina viuda, María Cristina de Austria.

En 1874, con la crisis de la Primera República, Cánovas estimó que la descomposición del régimen revolucionario dejaba el terreno maduro para la vuelta de los Borbones y empezó a prepararla, lanzando en nombre del príncipe el llamado «Manifiesto de Sandhurst», en el que se postulaba como artífice de una reconciliación nacional. Los acontecimientos se precipitaron por el pronunciamiento militar de Martínez Campos en Sagunto, que proclamó rey a Alfonso. Éste viajó inmediatamente de París a Barcelona y entró en Madrid como rey poco después (1874).
Cánovas elaboró un nuevo régimen político basado en el liberalismo doctrinario y conocido como «Restauración», plasmado en la Constitución de 1876, que se mantendría vigente hasta 1923. Alfonso XII quedó relegado a un papel de árbitro entre dos grandes partidos -el conservador y el liberal- que se turnaban pacíficamente en el poder, evitando los pronunciamientos militares y las algaradas populares que habían sido constantes durante el reinado de Isabel II. 
No obstante, para asentar dicho régimen tuvo que hacer frente a la Guerra Carlista, abierta en el Norte y en Levante desde 1873; tras la rendición de Cabrera, el pretendiente al Trono, don Carlos (VII), abandonó España poniendo fin a la guerra en 1876. 
Igualmente se sometió por la fuerza la rebelión cantonalista iniciada durante el periodo republicano. Y poco después la Paz del Zanjón (1878) completó la pacificación al poner fin a la guerra sostenida durante diez años contra los independentistas cubanos. Posteriormente, el reinado de Alfonso sólo se vería alterado por algunas intentonas republicanas y por los dos atentados sufridos en 1878 y 1879 (cuyos autores fueron inmediatamente ejecutados).
   Boda de Alfonso XII y de
   María de las Mercedes.

Los dos conflictos principales en los que se vio involucrado tuvieron que ver con el poder ascendente de la Alemania de Bismarck. En 1883 don Alfonso aceptó del emperador Guillermo I la invitación para presenciar unas maniobras militares en Hamburgo, ocasión en la que le dispensó importantes honores; la visita provocó un fuerte rechazo en Francia, que se expresó agriamente al paso del rey por aquel país. En 1885, en cambio, el conflicto fue con Alemania, que disputaba a España las islas Carolinas; el enfrentamiento se evitó por medios diplomáticos, recurriendo al arbitraje del papa León XIII. 
En cuanto a los asuntos internos, don Alfonso se comportó como un rey constitucional, ejerciendo prudentemente su prerrogativa de nombrar primer ministro: hasta 1881 confió en los conservadores, manteniéndose Cánovas en el poder salvo en dos breves intervalos en los que mandaron Jovellar (1875) y Martínez Campos (1879); luego pasó el poder a los liberales de Sagasta, sustituido en 1883 por Posada Herrera; y en 1884 devolvió el gobierno a Cánovas.
Alfonso murió de tuberculosis con sólo 27 años, haciendo temer por la continuidad de la dinastía. Su primera mujer, María de las Mercedes de Orléans, había muerto el mismo año de su boda, en 1878. De un segundo matrimonio con María Cristina de Habsburgo-Lorena (1879) habían nacido dos princesas que contaban cinco y tres años; y la reina quedaba embarazada al morir su esposo. La incertidumbre se disipó con el nacimiento, en 1886, de un heredero varón, hijo póstumo de don Alfonso. Durante la minoría de edad de este príncipe -el futuro Alfonso XIII- ejercería la regencia su madre, María Cristina, apoyada por el pacto político entre los partidos del régimen.




lunes, 23 de noviembre de 2015

RECONQUISTA DE SEVILLA



El 23 de Noviembre de 1248 Fernando III entraba triunfante en Sevilla, la reconquista de Sevilla desde Agosto de 1247, había concluido.

HISTORIA

En el Al-Ándalus del siglo XIII las dos ciudades principales eran Córdoba y Sevilla. Fernando III había tomado Córdoba en 1236 y Jaén en 1246. En ambas ciudades procedió a la expulsión de los musulmanes, cosa que también haría en Sevilla.

Fernando reunió en un Consejo a sus capitanes y a los maestres de las órdenes militares y decidieron dirigir sus esfuerzos hacia la ciudad de Sevilla, que tenía más de 7 kilómetros de murallas. Para tomarla tuvieron que ponerse de acuerdo con el rey de Aragón, Jaime I, y con el rey de Granada, Alhamar, reino que había acordado ser feudo de Castilla tras la toma de Jaén, y se decidieron las fronteras con los reinos de Valencia y Murcia. Todo el invierno de 1246 Don Fernando lo pasa en Jaén, habiendo dejado en Alcalá de Guadaíra a Don Rodrigo Álvarez y en el Aljarafe al maestre de la Orden de Santiago. Todo el verano lo dedica a hacer planes de guerra. Organiza un poderoso ejército, incomparable con cualquier otro de la Edad Media. Un centenar de generales y varios centenares de famosos caudillos. Entre los miembros de este ejército destacan: Don Pelay Correa, maestre de la Orden de Santiago, Don Fernando Ordóñez, maestre de la Orden de Calatrava, Don Pedro Yáñez, maestre de la Orden de Alcántara, Don Pedro Álvarez Avito, maestro de la Orden del Temple, Don Fernán Royz, maestre de la Orden de San Juan, López de Haro, el Almirante Ramón de Bonifaz, Alfonso Téllez, el infante Don Fadrique, el príncipe Don Alfonso y, junto a ellos, gran cantidad de nobles de Castilla y León y los concejos de ambos reinos. El obispo Jiménez de Rada realizó gestiones en Roma, obteniendo una bula de Cruzada del Papa Inocencio IV, en 1246 gracias a la cual España tuvo apoyo económico y militar de franceses, alemanes e italianos. El 15 de marzo de 1247 el Papa decretará otra bula por la cual las iglesias de Castilla y León deben aplicar las tercias de fábrica en los gastos de esta guerra

Al ser Sevilla una ciudad con río navegable, Fernando hace venir a Jaén a Ramón Bonifaz, para ayudarse de una flota en la toma de la ciudad, al igual que había hecho eficazmente en la ciudad de Cartagena. Fernando III encargó esta flota al Almirante Ramón de Bonifaz, que armó los barcos y consiguió tripulación en Cantabria, en los puertos de Castro UrdialesLaredoSan Vicente de la Barquera y en Santander. La flota también contó con los marinos vascos al mando de Diego López de Haro y gallegos al mando de Paio Gómez Charino. Reunió 13 naves, movidas a vela, y 5 galeras, movidas a remo. Bonifaz dispuso las dos naves más robustas para embestir el puente. Una era la Carceña, comandada por el propio Bonifaz, y estaba construida en Santander. La otra era la Rosa de Castro, estaba construida en Castro Urdiales y estaba comandada por Ruy González.

En la primavera de 1247 un contingente de distintas partes de la Península y de más allá de los Pirineos se va concentrando en Córdoba. Bonifaz bordea Portugal y el Algarve camino de Sevilla. El contingente, capitaneado por Fernando, parte de Córdoba, yendo en vanguardia las órdenes militares, que se irán apoderando de Lora del RíoAlcolea del RíoReinaConstantinaSetefillaTocinaGuillenaGerena y Cantillana. El monarca sufre tifus y se recupera algo en Guillena y la campaña continúa poniendo sitio a la fortaleza de Alcalá del Río, amurallada por el propio Axataf, que al saber perdida la plaza decidió abandonarla a su suerte dejando a su lugarteniente Abul-Hasan para que resistiera, cayendo ese mismo agosto en manos de los cristianos. Abul Hasan logró escapar con un grueso grupo de caballeros moros y se dirigió a Sevilla. El Consejo de Notables de Sevilla nombraría al joven Abu Nasan, hijo del príncipe almohade Abu Alí, como Jefe de los Creyentes, y por tanto jefe de las fuerzas civiles moras de ciudad. Este tomó la decisión de guarecer con soldados las torres y murallas y dirigir también contingentes al Castillo de Triana y al del Aznalfarache. Fernando continúa su serie de conquistas y tomará Alcalá de Guadaíra y destruyó todo lo que había fuera de las murallas de Carmona para facilitar la rendición de la villa, lo que favoreció que capitularan rápidamente. En otoño de 1247 el control cristiano de la ribera norte del río Guadalquivir era ya un hecho.

La flota del Almirante fue hasta Sanlúcar de Barrameda, donde venció a las naves musulmanas de benimerines que venían desde Tánger y Ceuta en auxilio de Sevilla. En esos combates la flota cristiana ganó tres galeras, ya que el resto o las hundieron o se dieron a la fuga. La flota remontó el río Guadalquivir haciendo escala en Coria del Río a mediados de agosto de 1247, al tiempo que los soldados de Fernando III tomaban el castillo de Alcalá del Río. El 17 de agosto parte Fernando en busca del Almirante y ambos se reúnen el 15 de agosto en el Vado de las Estacas, a dos kilómetros de Alcalá del Río. Al día siguiente la flota debe ser anclada, por orden de Fernando, a la altura de San Juan de Aznalfarache.

Antes de iniciar la toma de Sevilla era preciso tomar la cercana fortaleza de San Juan de Aznalfarache, cosa que el rey encargó al caballero de la Orden de Santiago Pelay Pérez Correa. Los santiaguistas, con el apoyo de las huestes del Rey de Granada y con el apoyo de la flota, lograron tomar la fortaleza, que además servía para proteger la curva del río a la altura de Tablada y, sin este enclave musulmán, los barcos cristianos eran ya libres de entrar hasta la propia ciudad de Sevilla que, de otro lado, también estaba debidamente fortificada y protegida, incluso en la parte del cauce de su río con la enorme Torre del Oro en una de sus orillas.

El asedio de Sevilla por parte de las tropas cristianas comenzó el 24 agosto de 1247, momento en el que se corta el suministro de agua a la ciudad a través de los Caños de Carmona. Los castellanos levantaron campamentos alrededor de la ciudad: en Tablada (Fernando), en el Aznalfarache (maestre Santiago Pelay Correa), frente a la Puerta de la Macarena (Diego López de Haro), en el Prado de San Sebastián (Don Lorenzo de Figueroa y Don Garci Pérez de Vargas), cerca del Tagarete (el arzobispo de Santiago Don Arias) y en el Aljarafe (Aben Alhamar, Rey de Granada).

Para terminar con la flota de Bonifaz los musulmanes lanzaron un brulote cargado con fuego griego, pero la flota cristiana logró soportar el ataque y entró en el puerto de Sevilla, encontrándose con una flota musulmana de menor envergadura a la que también pudo derrotar. Después de sucedido esto es cuando llegó la noticia de la toma de Carmona.

Había frecuentes salidas de la caballería musulmana de Sevilla que provocaban el aprovisionamiento de los sitiados y, además, vigilar las 24 horas del día una ciudad tan grande era muy complicado. La ciudad amurallada tenía más de 300 hectáreas, 7.400 metros de murallas, 12 puertas y tres postigos. Era la ciudad más grande que había cercado jamás un contingente cristiano, mucho más grande que grandes villas de la época como ToledoCórdoba o Valencia. Por esto, pidió que se hicieran expediciones de castigo a la Orden de Santiago por el Aljarafe y las haciendas de la ribera del Guadalquivir, que aún no habían sido sometidas y abastecían a Sevilla con gran ayuda del puente de barcas. Además, desde ese puente podrían entrar suministros desde el Reino de Niebla.

El puente de barcas se encontraba en el barrio de Triana (At-Troyana)  de la ciudad. Las barcas que formaban el puente se encontraban amarradas con una fuerte cadena. Este puente estaba donde hoy está el puente de Triana, y que se encontraba junto al castillo de Gabir, una gran fortaleza, que fue reconstruida por los cristianos tras la toma de la ciudad y rebautizada como castillo de san Jorge. Los cristianos trataron de tomar sin éxito el castillo de San Jorge utilizando maquinaria de asedio.

La llegada a primeros de 1248 de Alfonso X el Sabio con Don Diego López de Haro, que venían de la reconquista de Murcia, con muchos hombres, caballos y milicias permitió a Fernando III estrechar el cerco y evitar el suministro de agua por los caños de Carmona. En la Macarena se establecieron las tropas del infante Enrique y las huestes de las órdenes de Calatrava y Alcántara, los caballeros Diego López V de Haro de Vizcaya y Rodríguez Bobes de Galicia. Fernando III avanzó por el Sur hasta la puerta de Jerez y la flota de Bonifaz avanzó también río arriba. La Orden de Santiago puso su campamento al Oeste del Guadalquivir para continuar acechando al Aljarafe. Sin embargo, la zona del puente de barcas, al oeste, y la zona noreste de la ciudad seguían sin un bloqueo efectivo.


CAPITULACIÓN

Perdida toda esperanza de recibir ayuda de los almohades, Axataf y la conferencia de notables de la ciudad empezaron a plantearse la capitulación. Por ello, en octubre, plantearon una capitulación a Fernando III, que no aceptó y dijo que no aceptaría otra cosa salvo la rendición incondicional de la ciudad. El alfaquí Orías, que se encontraba en el Castillo de San Jorge, y los alcaldes de Triana piden permiso a Fernando para acceder a Sevilla y tratar la capitulación en la asamblea sevillana. Luego, se envió una comitiva a los castellanos para proponerles la entrega del Alcázar y las rentas de la ciudad, cosa que también Fernando negó. Unos días después vuelve la embajada mora y dicen que cederán, además del Alcázar, un tercio de la ciudad como señorío, y Fernando también se niega. Luego, vino una tercera propuesta, dividirían la ciudad con un muro y una mitad quedaría para los cristianos y la otra para los musulmanes, y aunque esta idea empezó a gustar a algunos del séquito de Fernando este se negó y dijo que la ciudad debía de quedar "libre et quita".

Finalmente los musulmanes tuvieron que aceptar las condiciones de Fernando, que eran:

  • Que Sevilla había de ser entregada con todos sus edificios intactos
  • Que sus vecinos debían evacuarla en un mes, que se les daría un salvoconducto para ir a Jerez y un transporte de 5 naves y 8 goletas para los que quisieran irse a África
  • Que podrían vender sus casas y llevarse los enseres

La ciudad se rindió en noviembre de 1248. El 23 de noviembre se produjo la entrega de las llaves de la ciudad y se hizo marchar a los moros. La ciudad quedó vacía y fue llenada con emigraciones castellanas y las tierras fueron repartidas entre diversas órdenes militares. Axataf embarcó para Ceuta. El responsable de seguridad de la gran marcha de moros a Jerez fue el maestre de la Orden de Calatrava. El 23 de diciembre se produjo la entrada de Fernando III por la Puerta de los Goles, después llamada Puerta Real

Tras la conquista el rey nombró diez nobles para sentenciar los pleitos. Estos fueron la base del Cabildo o regimiento de Sevilla, que se compuso de 36 regidores; 18 del estamento noble y 18 del estamento popular, 72 jurados, 4 alcaldes mayores y 1 alguacil mayor. Los 72 jurados no tenían voto en el concejo y tenían a su cargo la vigilancia de la ciudad y el orden público, mandaban a los alamines, que eran los encargados de tasar los comestibles, y a los almotacenes, que velaban por la exactitud de pesas y medidas, y también a los alarifes, que atendían a los edificios.

Tras la reconquista de Sevilla fue nombrado obispo el hijo de Fernando III, Felipe de Castilla, que abandonó pronto el cargo y contrajo matrimonio con la princesa Cristina de Noruega. Le sustituyó en ese puesto Don Remondo.


TRADICIONES Y LEYENDAS SOBRE LA TOMA DE SEVILLA


Petición de derribo de la mezquita y su alminar

Durante los combates del asedio, se dieron diversas capitulaciones. Entre ellas los musulmanes querían destruir la mezquita, que habían finalizado recientemente, para que no cayera en manos cristianas. Alfonso X, que veía desde la distancia el minarete de la mezquita y conocía del valor arquitectónico y cultural de esas construcciones, se negó en rotundo y amenazó con matar a todos los habitantes de la ciudad si tocaban una sola teja de la mezquita. Entonces los musulmanes, asustados, dijeron que se habían expresado mal, que lo que ellos realmente querían era destruir el minarete, que era la parte que ellos más valoraban del conjunto. Entonces Alfonso respondió que si tocaban un sólo ladrillo de la torre pasaría a cuchillo a todos los moros de la ciudad. Dicho minarete, con su remate renacentista, es la actual Giralda de Sevilla.

Leyendas sobre el rey Fernando
Virgen de Valme

Encontrándose el rey en una escaramuza en un lugar cercano a Tablada (en el Cerro de Cuartos) cuenta la leyenda que pidió el rey ayuda a la Virgen usando las palabras "Santa María, Valme" (Santa María, Váleme, ayúdame...), como salió el Rey con bien de dicha batalla, mandó edificar en aquel lugar una ermita en honor a la Virgen de Valme, hoy día, "Celestial Protectora" de la cercana localidad de Dos Hermanas.

Hermano mayor de san Crispín

En cierta ocasión, desde las murallas de la Macarena, una flecha rasgó el manto en el que iba envuelta una imagen de la Virgen que portaba en el arzón de su caballo el rey. El mismo monarca, tomó hilo y aguja para zurcirlo, a lo que uno de sus caballeros sugirió llamar a un sastre; el monarca respondió, que para los asuntos de la Vrigen, bien podía hacer de sastre un Rey, motivo por el cual, los sastres del campamento lo nombraron hermano mayor de la hermandad gremial de san Crispín.

Entrada en Sevilla disfrazado

Otras de las leyendas, cuenta que el mismo monarca, se disfrazó de moro para adentrarse en la ciudad, y poder explorar así las defensas, entrando por la puerta de Córdoba, y saliendo por la puerta de Jerez-Lo que supone cruzar la ciudad de nor-este a sur-.

Leyendas sobre Garci Pérez de Vargas

Varias son las leyendas a cerca de este caballero, maestre de la orden de San Juan -Según otras fuentes, caballero templario-:

Escudo deteriorado

En una de ellas que cristianos del linaje de los Mariños le criticaba porque su escudo estaba deteriorado. En esto, un caballero Mariño le retó a salir a pelear contra los moros, y al ver el infanzón Mariño cuánta braveza tenía Vargas en su combate, se disculpó y le dijo que la razón por la que su escudo estaba tan deteriorado era de tanto pelear por el rey Fernando.

Escaramuza contra siete rivales

La segunda anécdota cuenta que él y otro caballero iban a incorporarse a la escolta de los forrageadores en la dehesa de Tablada cuando se encontraron con siete caballeros moros. El otro caballero sintió miedo y se marchó, abandonando a García Pérez, que pidió las armas y armadura a su escudero, se las colocó, y pasó a través de los moros que, conociéndole, no se atrevieron a tocarle. Tras esto, recordó que al ponerse el yelmo se le había caído la cofia que él solía llevar en la cabeza, ya que era calvo, y, en contra de los ruegos de su escudero, decidió dar la vuelta para recoger la cofia, volviendo a pasar frente a los moros. Viendo el rey san Fernando todo este episodio desde un cerro cercano, el de San Juan de Aznalfarache, fue a preguntarle a Garci Pérez quién era el caballero que le había abandonado y él no quiso decirlo.

Puerta de san Juan

Una tercera leyenda, cuenta que se lanzó contra la puerta de la muralla situada frente a la calle Guadalquivir bajo una lluvia de flechas, y golpeándola con la espada, le gritó a la puerta "De San Juan te has de llamar", nombre que tuvo la puerta desde la toma de la ciudad, hasta su derribo a mitad del siglo XIX.

    Conmemoración de la conquista
    Fernando III el Santo




domingo, 22 de noviembre de 2015

ASESINATO DE JHON F. KENEDY



En la década de los 60's, sucedió algo catastrófico para la historia de Norte América, con un impacto mundial que quedó registrado para siempre en el pasado nefasto de este planeta, estamos hablando del misterioso caso John F. Kennedy trigésimo quinto Presidente de los Estados Unidos.




LAS TEORÍAS MÁS IMPACTANTES DE LA MUERTE DE JHON F. KENNEDY

Lee Harvey Oswald

Sin lugar a dudas, el principal sospechoso del asesinato del presidente número 35 de EE.UU. es Lee Harvey Oswald, a quien se le vio salir del edificio de depósito de libros donde trabajaba inmediatamente después de los disparos. Un fusil Carcano modelo 91/38 fue encontrado detrás de unas cajas, y la investigación afirma que sus huellas fueron encontradas en el arma. Menos de una hora y media después del asesinato, Oswald fue detenido. Fue acusado del asesinato de un oficial de policía que lo detuvo en la calle, a quien al parecer le propinó cuatro disparos con un revólver.
 
El 24 de noviembre de 1963, la Policía de Dallas decide trasladar a Oswald a la cárcel del condado. Mientras Oswald es trasladado por los estacionamientos subterráneos del cuartel de la policía, un hombre llamado Jack Ruby se abre paso violentamente entre la multitud de periodistas, fotógrafos y camarógrafos presentes y dispara a Oswald en el pecho, hiriéndolo de muerte. Oswald fallece en el hospital poco después.

2. La mafia

Los defensores de esta versión aseguran que los padrinos de la mafia Carlos Marcello, Santo Trafficante y Sam Giancana decidieron eliminar a JFK, que con la ayuda de su hermano, el fiscal general Robert Kennedy, le declaró la guerra a la delincuencia organizada en EE.UU. Hay quienes creen que la mafia ayudó a JFK a convertirse en presidente y que este, una vez en el cargo, emprendió una cruzada en contra de sus supuestos exaliados.
 
Los partidarios de esta afirmación sostienen que el FBI recibió en 1985 la confesión de Marcello, pero decidieron mantenerlo en secreto.

3. Un agente de seguridad lo mató

Según expone un documental del investigador Colin McLaren y el autor Bonar Menninger, el agente del Servicio Secreto George Hickey disparó una de las balas que mataron a Kennedy después de una noche de fiesta con los colegas. 
Hickey, quien ya falleció, iba en el coche detrás de la limusina de Kennedy ese 22 de noviembre de 1963. "Lo que estamos diciendo es que creemos que fue un trágico accidente en el calor del momento", explicó McLaren.

De acuerdo con los cineastas, cuando Lee Harvey Oswald disparó su primer tiro, Hickey respondió tratando de devolver el fuego sobre la posición de Oswald con su rifle de dotación que le suministró el servicio de seguridad. Debido a que él no tenía experiencia con el arma, y porque el coche se abalanzó repentinamente, dicho disparo salió mal y accidentalmente impactó en Kennedy, quien ya había recibido un disparo en el cuello, pero muy posiblemente no estaba herido de muerte por los disparos de Oswald.

4. El presidente Lyndon Johnson
 
La más reciente teoría sugiere que el autor intelectual del magnicidio sería el entonces vicepresidente Lyndon Johnson, quien ocupó la Presidencia en reemplazo de Kennedy, ya que fue el más beneficiado con su muerte, según escribe el estratega político Roger Stone.

El consultor político se basa en un gran esquema de corrupción supuestamente dirigido por Johnson para otorgar millonarios contratos con el Gobierno a cambio de sobornos. Las investigaciones estaban llegando a un punto crítico y apuntaban "a la corrupción encabezada por Johnson, corrupción de dimensiones bíblicas", asegura Stone. Esto explicaría la intención de lograr el máximo puesto de poder en el país, y así ocultar sus fechorías.

5. La teoría de la CIA

La poderosa agencia de inteligencia estadounidense CIA se repite en muchas de las teorías conspirativas sobre la muerte de Kennedy. También son mencionados el Servicio Secreto, el FBI y hasta el Pentágono. Los que apoyan estas teorías creen que la CIA quería vengarse por la fracasada invasión a Cuba de Bahía Cochinos, ya que la negativa de Kennedy a proporcionar un apoyo militar directo a la operación fue el causante, según muchos analistas, de que se viera frustrada. Otra teoría apunta a que la CIA quería provocar un ataque a Cuba responsabilizando a la isla de un atentado fallido contra el presidente. Los agentes debían disparar contra Kennedy sin matarlo, pero por error le alcanzaron en la cabeza.

Todo son teorías, nada queda claro, y da mucho que pensar por la relevancia que tenía el Presidente, ¿golpe de estado?, ¿un culpable que en realidad no era el?, ¿quién mató en realidad a Kennedy?.
Creo que ni todo es verdadero ni todo es falso, un misterio que nos toca quedarnos a nosotros con nuestra teoría. Vds juzguen.

sábado, 21 de noviembre de 2015

VOLTAIRE


Hoy hace 321 años del nacimiento de Voltaire

François-Marie Arouet (París21 de noviembre de 1694 – ibídem30 de mayode 1778), más conocido como Voltaire, fue un escritorhistoriadorfilósofo y abogado francés que figura como uno de los principales representantes de la Ilustración, un período que enfatizó el poder de la razón humana, de la ciencia y el respeto hacia la humanidad. En 1746Voltaire fue elegido miembro de la Academia francesa en la que ocupó el asiento número 33.

EL SEUDÓNIMO "VOLTAIRE"

Existen varias hipótesis acerca del seudónimo Voltaire. Una versión muy aceptada dice que deriva del apelativo Petit Volontaire (el pequeño voluntario) que usaban sus familiares para referirse a él de niño. No obstante, parece ser que la versión más verosímil es que Voltaire sea el anagrama de «Arouet L(e) J(eune)» (‘Arouet, el joven’), utilizando las mayúsculas del alfabeto latino.

También existen otras hipótesis: puede tratarse del nombre de un pequeño feudo que poseía su madre; se ha dicho que puede ser el sintagma verbal que significaba en francés antiguo que él voulait faire taire (‘deseaba hacer callar’, de ahí vol-taire), a causa de su pensamiento innovador, que pueden ser las sílabas de la palabra re-vol-tai (‘revoltoso’) en otro orden. En cualquier caso, es posible que la elección que el joven Arouet adopta, tras su detención en 1717, sea una combinación de más de una de estas hipótesis.

BIOGRAFÍA

François-Marie Arouet fue el último de los cinco hijos del matrimonio entre el notario François Arouet (1650 – 1 de enero de 1722) y Marie Marguerite d'Aumary (1660 – 13 de julio de 1701), esta de una noble familia de la provincia de Poitou-Charentes y fallecida cuando él contaba siete años de edad. Estudió latín y griego en el colegio jesuita Louis-le-Grand (17041711) durante los últimos años del reinado de Luis XIV y allí trabó amistad con los hermanos René-Louis y Marc-Pierre Anderson, futuros ministros del rey Luis XV.

Alrededor de 1706 Voltaire escribió la tragedia Amulius y Numitor, de la que se encontraron más tarde algunos fragmentos que se publicaron en el siglo XIX. Entre 1711 y 1713 estudió Derecho. Su padrino, el Abad de Châteauneuf, lo introdujo en una sociedad libertina, la Sociedad del Temple, y en esa época recibió una cuantiosa herencia de la cortesana Ninon de Lenclos con el propósito, declarado por ella, "de que se comprase libros".

En 1713 obtuvo el cargo de secretario de la embajada francesa en La Haya, trabajo del que fue expulsado debido a un idilio con una refugiada francesa llamada Catherine Olympe Dunoyer. Durante esa época empezó a escribir su tragedia Edipo, que no se publicó hasta 1718. A la muerte de Luis XIV en 1715, el Duque de Orleáns asumió la regencia y el joven Arouet escribió una sátira contra él y su hija, la duquesa de Berry, que le valió la reclusión por un año en la Bastilla (1717), tiempo que dedicó a estudiar literatura. Una vez liberado, fue desterrado a Châtenay-Malabry, donde adoptó el seudónimo de Voltaire.

En 1718 su tragedia Edipo y en 1723 su epopeya La Henriade, dedicada al rey Enrique IValcanzaron gran éxito. Sin embargo, como producto de una disputa con el noble De Rohan, con el que había sostenido un altercado en competencia por una dama (el noble Rohan le mandó sus lacayos a darle una paliza y rehusó repetidamente dirimir la cuestión en duelo por la diferencia de estamento social entre ambos) fue encarcelado de nuevo en la Bastilla y, al cabo de cinco meses, como el recluso seguía sosteniendo su derecho al duelo, fue liberado y desterrado a Gran Bretaña (17261729) a fin de que se apaciguara. Se instaló en Londres y allí Voltaire recibió una influencia determinante en la orientación de su pensamiento. Cuando regresó a Francia en 1728, Voltaire difundió sus ideas políticas, el pensamiento del científico Isaac Newton y del filósofo John Locke, luego plasmadas en sus Cartas filosóficas o inglesas, que harán aparecer a la sociedad francesa como atrasada y sin tolerancia, causando gran controversia y escándalo.

En 1731 escribió la Historia de Carlos XII, donde esbozaba los problemas y tópicos que, más tarde, aparecieron en su famosa obra Cartas filosóficas, publicada en 1734, donde defendió la tolerancia religiosa y la libertad ideológica, tomando como modelo la permisividad inglesa y acusando al Cristianismo de ser la raíz de todo fanatismo dogmático. Por este motivo, en el mes de mayo se ordenó su detención y Voltaire se refugió en el castillo de Émilie du Châtelet, mujer con la que establecerá una larga relación amorosa y con la que trabajará en su obra La filosofía de Newton, donde resumía y divulgaba en francés la nueva física del genio inglés.

En esta misma época, tras el éxito de su tragedia Zaire (1734) escribió Adélaïde du Guesclin(1734), La muerte de César (1735), Alzira o Los americanos (1736), El fanatismo o Mahoma(1741). También escribió El hijo pródigo (1736) y Nanine o el prejuicio vencido (1749), que tuvieron menos éxito que los anteriores, a pesar de que Voltaire se procuraba muy hábilmente una claque para asegurarse el éxito.

En 1742 su Mahoma o El fanatismo es prohibida y, un año después, publica Mérope. Por esta época, Voltaire viajó a Berlín, donde fue nombrado académico, historiógrafo y Caballero de la Cámara real. Cuando murió Madame de Châtelet en 1749, Voltaire volvió a Berlín invitado por Federico II el Grande, llegando a alojarse como invitado en el Palacio de Sanssouci para participar en las tertulias a las que era muy aficionado el monarca. Durante aquella época escribió El siglo de Luis XIV (1751) y continuó, con Micromegas (1752), la serie de sus cuentos iniciada con Zadig (1748). Debido a algunas disputas con Federico II, en especial su desencuentro con el recién nombrado presidente de la Academia de Berlín, Maupertuis, a quien había nombrado personalmente Federico, se le expulsó nuevamente de Alemania y, debido a la negativa de Francia de aceptar su residencia, se refugió en GinebraSuiza, lugar en el que chocó con la mentalidad calvinista. Su afición al teatro y el capítulo dedicado a Miguel Servet en su Ensayo sobre las costumbres (1756) escandalizaron a los ginebrinos.

Su poema sobre Juana de Arco, la doncella (1755), y su colaboración en la Enciclopediachocaron con el partido de los católicos. Fruto de esta época fueron el Poema sobre el desastre de Lisboa (1756) y la novela corta Cándido o el optimismo (1759), que fue inmediatamente condenada en Ginebra por sus irónicas críticas a la filosofía leibnitziana y su sátira contra clérigos, nobles, reyes y militares.

La residencia de Ferney.

Se instaló en la propiedad de Ferney, donde vivió durante dieciocho años, recibió a la élite de los principales países de Europa, representó sus tragedias (Tancredo1760), mantuvo una copiosa correspondencia y multiplicó los escritos polémicos y subversivos para combatir el fanatismo clerical.

Cuatro años después redactó el Tratado sobre la tolerancia, y en 1764 su Diccionario filosófico. Desde entonces, siendo ya Voltaire un personaje famoso e influyente en la vida pública, intervino en distintos casos judiciales, como el caso Calas y el de La Barre, que estaba acusado de impiedad, defendiendo la tolerancia y la libertad frente a todo dogmatismo y fanatismo.

En 1778 Voltaire volvió a París. Se le acogió con entusiasmo y murió el 30 de mayo de ese mismo año, a la edad de 83 años. En 1791, sus restos fueron trasladados al Panteón.

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Voltaire alcanzó la celebridad gracias a sus escritos literarios y sobre todo filosóficos. Voltaire no ve oposición entre una sociedad alienante y un individuo oprimido, idea defendida por Jean-Jacques Rousseau, sino que cree en un sentimiento universal e innato de la justicia, que tiene que reflejarse en las leyes de todas las sociedades. La vida en común exige una convención, un «pacto social» para preservar el interés de cada uno. El instinto y la razón del individuo le llevan a respetar y promover tal pacto. El propósito de la moral es enseñarnos los principios de esta convivencia fructífera. La labor del hombre es tomar su destino en sus manos y mejorar su condición mediante la ciencia y la técnica, y embellecer su vida gracias a las artes. Como se ve, su filosofía práctica prescinde de Dios, aunque Voltaire no es ateo: como el reloj supone el relojero, el universo implica la existencia de un «eterno geómetra» (Voltaire es deísta).

Sin embargo, no cree en la intervención divina en los asuntos humanos y denuncia el providencialismo en su cuento filosófico Cándido o el optimismo (1759). Fue un ferviente opositor de la Iglesia católica, símbolo según él de la intolerancia y de la injusticia. Se empeña en luchar contra los errores judiciales y en ayudar a sus víctimas. Voltaire se convierte en el modelo para la burguesía liberal y anticlerical y en la pesadilla de los religiosos.

Voltaire ha pasado a la Historia por acuñar el concepto de tolerancia religiosa. Fue un incansable luchador contra la intolerancia y la superstición y siempre defendió la convivencia pacífica entre personas de distintas creencias y religiones.

Sus escritos siempre se caracterizaron por la llaneza del lenguaje, huyendo de cualquier tipo de grandilocuencia. Maestro de la ironía, la utilizó siempre para defenderse de sus enemigos, de los que en ocasiones hacía burla demostrando en todo momento un finísimo sentido del humor. Conocidas son sus discrepancias con Montesquieu acerca del derecho de los pueblos a la guerra, y el despiadado modo que tenía de referirse a Rousseau, achacándole sensiblería e hipocresía.

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